Locución verbal coloquial que en toda su expresión es ir con la hora pegada al culo: Ir de prisa a un encuentro, una cita o una reunión porque se va con el tiempo justo temiendo llegar tarde por falta de previsión. Dicen por ahí que nosotros tenemos fama de no ser puntuales. Mi experiencia me dice que hay de todo, como en botica. A todos nos ha pasado que llegamos algunas veces algo tarde y casi siempre le echamos la culpa al empedrado, nunca mejor dicho.
"No puedo quedarme ni un minuto más, que voy con la hora pegada al culo"